Helvetica. La tipografía ¿invisible?

Leonardo Vázquez
8 min readNov 3, 2020

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Leonardo Vázquez Conde

Clarity, simplicity, neutrality

Lema del Estilo Tipográfico Internacional

Una búsqueda de Google con “Helvetica Typeface” arroja 1 millón 170 mil resultados. La cantidad de material disponible sobre esta tipografía es abundante, probablemente por que se trata de una familia tipográfica ya madura, con 63 años desde su creación.

¿Qué más podemos decir de esta tipografía? Es la única que tiene su propio documental[1], juegos en línea[2], y ha trascendido décadas gracias a las actualizaciones digitales realizadas para su comercialización. Para comprender mejor, es importante poner en contexto el momento, las razones de cuándo surgió y se convirtió en la tipografía más usada de las últimas tres generaciones.

La época de la posguerra.

Al finalizar la Segunda Guerra, el mundo occidental vivió un acomodo geopolítico que sigue siendo vigente al día de hoy. Suiza fue se convirtió en refugio para miles de ciudadanos de los países en conflicto en Europa. En el continente americano, fue en Estados Unidos, principalmente, donde llegaron a refugiarse. De hecho, esta migración de cerebros a América fue la que permitió que Estados Unidos desarrollara con tanto éxito el diseño editorial de revistas y posteriormente el diseño gráfico. Los recién llegados migrantes se convirtieron en maestros de las universidades norteamericanas.

Mientras tanto en las escuelas suizas, las raíces del estilo de diseño tienen sus antecedentes en el movimiento holandés DeStijl, y en la Bauhaus de Alemania (cancelada por los Nazis). Las escuelas de Basilea y Zurich en Suiza y Ulm en Alemania nunca interrumpieron sus cursos de “artes” durante la guerra, situación que les permitió consolidar una filosofía pedagógica respecto a todas las áreas del diseño.

Durante la década de los cincuenta este movimiento se consolidó y se llamó El Estilo Tipográfico Internacional. Más allá de un nombre, este estilo se popularizó porque “racionalizó” y aplicó metodologías a los procesos de desarrollo del diseño gráfico en general. Por ejemplo, creó el concepto de “ retícula modular” como fundamento esencial para la distribución del espacio de diseño. Las progresiones, permutaciones, secuencias aritméticas y el equilibrio de las relaciones para tener un todo ordenado y justificado fueron preocupaciones importantes de este movimiento.

Más allá del trabajo de los diseñadores, en esta época destaca la filosofía detrás de su actividad. El diseño se considera algo útil para la sociedad y se aborda con un enfoque científico y universal. El diseñador deja de ser un artista y se convierte en un medio para transmitir un mensaje limpio, directo y contundente al público. La tipografía limpia y sin ornamentos es la única que permite este objetivo.

Sería interesante analizar, lo que pasaba en el resto del mundo, particularmente en México, para comprender por qué en el documental de Gary Hustwit la acción siempre se desarrolla en Estados Unidos y Europa. ¿Qué contrastante resulta ver esta pureza y modernismo suizo con la realidad popular mexicana? Tan barroca, tan colorida y al mismo tiempo tan local.

Specimen by William Caslon IV showing the Two Lines English Egyptian sans-serif, the first “sans-serif” printing type ever.

La tipografía sans

La primera tipografía sin remates, llamada “Two Lines English”, apareció alrededor del año 1816, en Inglaterra, en el espécimen de William Caslon IV. Este estilo de letra no se utilizó plenamente hasta el siglo siguiente.

Las tipografías con estas características, comercialmente viables, tuvieron su apogeo en la década de los 20 del siglo XX, herederas totalmente del “funcionalismo” de la Bauhaus. La tipografías de estructura geométrica y con poco contraste (Futura, Kabel, New Johnston, Gill Sans, Metro) fueron las preferidas por los primeros diseñadores — artistas que ejercieron la profesión realizando todo tipo de aplicaciones–. Pero con el paso de las décadas, las nuevas necesidades de comunicación y la influencia del Movimiento Internacional Suizo, era necesario un nuevo tipo de letra que representara el “modernismo”.

Las tipografías grotescas son no geométricas y de cajas más estrechas o regulares, con poco contraste entre curvas y rectas. Por su impacto visual y facilidad de fabricación comenzaron a hacerse en madera en grandes formatos. El impresor neoyorquino Darius Wells observó que resultaba más barato cortar estas letras en madera que en metal, además que el acabado era mejor. En 1828, Wells publicó el primer catálogo de tipografías grotescas sin patines hechas madera, en Nueva York.

La primera tipografía de esta categoría diseñada con medios industriales fue Akzidenz Grotesk, creada por la fundidora berlinesa Berthold en 1898. Siguió la norteamericana Franklin Gothic, diseñada por la American Type Founders, en 1903. El nombre Akzidenzschrift (en español trabajo de impresión), hace referencia al tipo de productos publicitarios y comerciales para los que se usaba este tipo de letra. Grotesk se refiere al color tipográfico que tenían estos alfabetos, negro (black) apropiados para llamar la atención en cabezas publicitarias.

James Puckett from Boulder, USA — Standard (Akzidenz Grotesque) Specimen . Specimen of metal Akzidenz-Grotesk. This typeface was sold as “Standard” in the United States.

La confección de un clásico del S.XX

A mediados del siglo pasado, las tipografías sin remates o sans representaban la eficiencia de la forma tipográfica. Los seguidores del Estilo Tipográfico Internacional consideraban que era mejor utilizar una sola tipografía en distintos pesos y proporciones para consolidar la unidad del mensaje.

A principios de 1950, Edouard Hoffman, director de la fundidora tipográfica suiza Haas, deseaba producir una familia tipográfica que superara las existentes. Entonces, le pidió al diseñador de tipos Max Medinger que refinara el diseño de la Akzidenz Grotesk para obtener una versión comercial. La tipografía recibió el nombre de Neue Haas Grotesk y fue publicada en 1957.

Cuatro años más tarde, en 1961, la tipografía fue vendida a la fundidora alemana Stempel y cambió de nombre por un mote más corto que indicaba su origen. Le llamaron Helvetica, de Helvetia, que es el nombre en latín de Suiza. Con las mejoras técnicas y el nuevo nombre esta tipografía fue un rotundo éxito.

Durante la segunda mitad del siglo XX, Helvetica representó lo moderno. Los principios del diseño Suizo y el uso que los diseñadores hicieron de estos conceptos crearon el lenguaje visual y la metodología que sigue dominando la educación del diseño gráfico contemporáneo en el mundo. Sin embargo, la producción de las variantes de esta familia fue realizada de forma accidentada. Por ejemplo, las versiones bold, itálica y black no eran consistentes entre ellas.

Fue la fundidora alemana Linotype quien puso al día una versión digital Helvetica Neue en 1983, con 26 variantes; 8 para la variante “regular”, 12 para la variante “condensada” y 6 para la versión “extendida”. El rango del color tipográfico entre todas las variantes va desde la versión ultra light/ultra ligera hasta la heavy extended/pesada extendida. Esta versión digital de Helvetica también empleó una nomenclatura basada en una retícula numerada que relaciona los estilos por variantes numéricas[3]. El equipo de profesionales encargado de llevar a cabo esta versión fueron: Wolfgang Schimpf, Reinhard Haus, René Kerfante y Erik Spiekermann. Sin embargo, desde su fecha de lanzamiento hasta 2011 esta familia tipográfica no dejó de tener adaptaciones a otros idiomas no latinos (griego, árabe, cirílico, etc).

Everything, Everywhere, Everybody

Frase de lanzamiento de Helvetica Now, 2019.

Fragmentos de video promocional de Helvetica Now en el sitio: https://www.monotype.com/fonts/helvetica-now?re=1

En 2019, Monotype anunció la publicación de una nueva versión de este clásico, con la intención de volverla vigente en este siglo XXI. Helvetica Now [4] es la versión más completa disponible hoy en día. El equipo de diseño conformado por Jan Hendrik Weber y Charles Nix de Monotype Imaging realizó un ajuste integral del diseño original, tomando como modelos los dibujos de Medigner. El aporte más importante de esta nueva versión radica en tres ópticas para tamaños pequeños y titulares en dispositivos digitales e impresión que llevan en nombre de micro, text y display así como versiones alternas de algunas letras. Estas últimas colocan a esta tipografía en un umbral de uso para este siglo. Las modificaciones y las variantes que se incluyen, la convierten en un sistema multiusos y multisoportes para esta tipografía, apta para lectura en dispositivos móviles portátiles.

Nuevas letras para el nuevo siglo

Helvetica es una tipografía que desde su origen, hace más de 60 años, es un fetiche de las compañías fabricantes de tipografías más que de los usuarios. En su época de oro, las dos décadas siguientes a su lanzamiento, esta tipografía fue usada, re usada, torturada, modificada, expuesta hasta el hastío, lo que la convirtió en un lugar común. Es una tipografía que por su sobreexposición ya no es “vista” y forma parte del paisaje habitual. Esto puede ser una ventaja pero en realidad ya no ofrece mucha novedad. Helvetica comienza a dejar de ser una familia predominante y cede el camino a nuevas propuestas.

La experiencia indica que para realizar cualquier proyecto editorial necesitamos al menos 6 u 8 variantes tipográficas[5]. Si visitamos el sitio de Myfonts, donde generalmente es posible encontrar familias tipográficas un poco más baratas que en los sitios de las marcas fabricantes, constatamos que comprar 8 variantes implica un gasto importante. A menos que sea absolutamente necesario emplear Helvetica por una cuestión corporativa, el mercado ofrece variadas y buenas alternativas a esta familia tipográfica. Solo es cuestión de revisar el catálogo de Google fonts, o bien, encontrar algunas de las tipografías inspiradas en Helvetica que están disponibles en casi cada fundidora digital profesional.

Pese a este declive y desánimo, Helvetica todavía puede sorprender a nuevas generaciones con esa poca energía que le queda. Aunque aún le falta tiempo para que sea una opción para realizar proyectos “vintage”.

Notas

[1] www.hustwit.com/helvetica

[2] www.ironicsans.com/helvarialquiz/

[3] Inventada por Adrian Frutiger cuando diseño Univers en 1956 para la fundición Peignot en Francia.

[4] Promocional de venta:

https://www.youtube.com/watch?time_continue=106&v=UMnMzKXZU-Y&feature=emb_title

Compra de variantes:

https://www.monotype.com/fonts/helvetica-now#purchase-option-listing

[5] En Myfonts, cada variante cuesta $25 dlls. Supongamos que necesitamos 8 variantes para un trabajo editorial completo necesitaríamos desembolsar $280.00 dlls (alrededor de $6200.00 pesos)

Bibliografía

• B.Meggs Philip, McKelvey Roy, Revival of the Fittest. Digital versions of classical typefaces, R.C. Publications, 2000, New York.

• Owen William. Diseño de Revistas, Gustavo Gili Ediciones, 1991, Barcelona

• Blackwell Lewis, La tipografía del Siglo XX, en “1990”, Gustavo Gili Ediciones, 1992, Barcelona

Sitios web:

https://www.theverge.com/2019/4/9/18302057/helvetica-now-new-monotype-typeface-charles-nix-design-optical-sizes-alternate-characters (consultado el 5 de septiembre 2020)

https://creativepro.com/helvetica-vs-neue-helvetica-same-but-different/ (consultado el 5 de septiembre 2020)

https://medium.com/antrepo/helvetica-now-is-better-than-helvetica-never-e07f85b9199 (consultado el 6 de septiembre 2020)

https://www.monotype.com/fonts/helvetica-now (Consultado el 6 de septiembre 2020)

Una versión corta de este texto fue publicado en el mes de noviembre en la Revista Capitel, Año 6, №22, octubre-diciembre 2020. Revista Trimestral Universitaria de la Universidad Humanitas. Se publica este texto con la autorización del editor de dicha publicación.

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Written by Leonardo Vázquez

Diseñador editorial, tipógrafo, curioso. Miembro fundador de la Asociación Mexicana de Tipografía. Editorial designer, typographer, curious. Founder of the MTA

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